Argumento de Las Naves
Más allá de la supuesta verdad de la precisión histórica, en este libro Lobo Antunes se vale del procedimiento borgiano de los «anacronismos y las atribuciones erróneas». En un paisaje infernal, con reminiscencias del Luis Vélez de Guevara de El diablo cojuelo o del Quevedo de los Sueños, los «retornados» de África en 1975 se confunden, a través de una épica inversa, con navegantes y colonizadores como el descubridor de Brasil, Pedro Álvares Cabral, o, en el paroxismo de la mezcla de épocas y oficios, con Cervantes y Oscar Wilde, entre otros. Maestro en desdibujar identidades, Lobo Antunes construye en Las naves una visión paródica que revela el otro lado de la exaltación de los héroes de la patria y la inconsistencia de los movimientos mesiánicos. La imagen de las naves alude no sólo al doble movimiento de la expansión colonial y el regreso de los vencidos, sino también al tópico literario de la navegación de los muertos. Los vivos conviven con los héroes, fantasmas de un pasado ilusorio, despojados de virtudes y aureolas de santidad.0