Ariadne Oliver está de visita en casa de su amiga Judith Butler. La casa hierve de actividad, pues se prepara una fiesta de Halloween y hay que organizar diversos juegos, como el de pescar manzanas con la boca en una palangana llena de agua. Nadie tiene tiempo o ganas de prestar atención a Joyce, una pequeña que afirma haber presenciado
un asesinato; el anuncio se toma como el invento de una mente muy imaginativa, para no decir mentirosa, que es la fama que persigue a Joyce. Pero poco tiempo pasará antes de que la propia Joyce aparezca muerta, con la cabeza metida en la palangana, y tenga que intervenir Hercule Poirot a resolver el caso.