En el siglo XXI, las leyes del pensamiento constituyen la aplicación de reglas, métodos y principios que, aplicados al Derecho, conllevan mediante la prueba, principalmente de índole judicial, a la convicción de jueces y sentenciadores en su dictamen. Esto significa que la construcción de un razonamiento basado en la prueba judicial, en grados de convicción y en la apreciación de la prueba conforme a las reglas de la sana crítica, es un verdadero control lógico de esa prueba. Además, la clara incidencia en el pronunciamiento judicial debe ir asociada con una motivación y fundamentación lógica del fallo, donde la intuición, la experiencia, la causalidad y el control de logicidad resultan necesarios para el verdadero respeto de las leyes del pensamiento. Los autores han querido con este trabajo dar a conocer una visión renovada y práctica de la sana crítica en materia juridisccional. Es de esperar que este novedoso libro lleve implícito el respeto por parte de los operadores del derecho de las leyes del pensamiento en sus propias resoluciones, de forma tal de no incurrir en actos que pudieren constituir arbitrariedad o vicios lógicos en la fundamentación de las sentencias.