Esta es la historia de Kankán, un perro muy querido, que viene ahora a contarnos sus aventuras desde el lugar donde se encuentra, más allá de todo sufrimiento. Lo que en este cuento se relata está basado en hechos reales y se pretende que quien lo lea se percate de que también los animales tienen sentimientos siendo capaces de sufrir o estar alegres. Estando dirigido principalmente a los niños también pueden disfrutar de su lectura los adolescentes o personas mayores siempre que sientan una especial empatía hacia los animales. Es un cuento dirigido, sobre todo, a aquellos niños a los que se les ha muerto una mascota y están tristes por ello. Como nos cuenta el propio Kankán ni las mascotas, ni ningún otro animal, desaparecen sin más sino que les ocurre lo que él nos relata. En estas páginas nos dice lo que ocurre con todos los animales cuando mueren. También nos desvela cómo fue su propia vida cuando estuvo entre nosotros. Kankán fue un perro que existió realmente y las aventuras que nos cuenta ocurrieron parcial o totalmente así aunque, naturalmente, estén cambiados los nombres y algunos personajes. Contrariamente a lo que pudiera parecer no es un cuento triste sino todo lo contrario, es un cuento esperanzador y lleno de optimismo.