Este libro muestra una visión de la participación de las elites vascas y navarras en los órganos de poder en el reinado de Felipe V. Desde el s. XVI la Monarquía hispánica fue un ámbito de actuación privilegiado para familias procedentes de esos territorios. La llegada al trono del primer Borbón y la Guerra de Sucesión supusieron un punto de inflexión, al ser el periodo donde alcanzaron mayores cotas de influencia. Especialmente importantes fueron los espacios conquistados en la corte: negocios con la Corona, Administración, cuerpos de elite del ejército o casas reales. A pesar del título no se trata de una historia regional, sino de un análisis de la interacción entre la Corona y grupos familiares vinculados a su servicio.