Política, sexo, exilio y traición se entrelazan en este relato sobre la vida de los chilenos en la Alemania Oriental de fines de los 70.
Coque, el protagonista y narrador, es un joven que atravesó todos los círculos. Cuando se encontraba en el infierno y a punto de entregarse a la muerte, es rescatado y embarcado en un avión que lo lleva a un Berlín dividido y a un Dresde con las marcas de un bombardeo brutal e injustificable.
En ese ambiente, sin hablar el idioma, desvinculado de su país y de su familia, sometido por las organizaciones chilenas y acogido por las autoridades de la Alemania socialista, vive las turbulencias de un exilio proletario, el destierro de los que nacieron sin suerte ni fortuna, y las experiencias de la buena o mala convivencia, las ausencias, las nostalgias, el humor y el romance.
El "colectillo" de los chilenos, mezcla de colectivo y conventillo, horada lentamente las confianzas y desvirtúa los orígenes de cada uno de sus miembros. Sin embargo, su amistad con Jesús González, un viejo aristócrata y militante comunista, da un vuelco a su vida. Con él se divierte, se acompaña y aprende que para ser un héroe hay que morir joven, que los héroes no engordan.