Argumento de Las Claves de the Spirit
Los grandes relatos no nos dejan indemnes y Spirit, de Will Esiner, es un gran relato que viene a dejar huella en nuestra mirada y nuestra memoria. Surgido en los años 40 como un encarte que se adjuntaba con la prensa, forjó en el marco de unos diez años un gran puñado de páginas memorables que el lector que se acerque a ellas no podrá olvidar. Anclado en el género negro que actúa como motor de arranque que nutre a esas historias de apenas siete u ocho páginas de un armazón narrativo, que ?además? ofrece un escenario posible (la ciudad y sus días de lluvia), sabe incorporar guiños al comic book de los superhéroes (de ahí su máscara) y establece un portentoso diálogo con otros lenguajes como el cinematográfico o el literario. Su iluminación, sus angulaciones en los planos, sus visiones subjetivas, sus flash-backs ensayaban esa gramática narrativa emparentable con el cine negro de esos mismos años. Sus mujeres fatales, peligrosamente hermosas, eran el veneno adecuado para el poderío gráfico y narrativo que despliega Eisner. Su entronque con el relato de terror, a través de las adaptaciones de los relatos de Bierce o Poe, generan también otra frontera permeable en la que los lenguajes se complementan muy provechosamente. Ese escenario gótico terrorífico encajaba, por otra parte, a la perfección con los claro-oscuros más expresionistas del cine negro. Todo ello por sí solo ofrece la coartada idónea para el nacimiento de este estupendo estudio de Eduardo Martínez-Pinna que se presenta como el número cuatro de la colección Grafikalismos.
José Manuel Trabado Cabado, coordinador de la Colección Grafikalismos0