Era un hombre sin final, uno de aquellos que te matan de gusto en la cama, se van sin decir adiós y la dejan a una muerta pero agradecida de por vida.
Los amores irrefrenables y desbordantes de Jacinto siembran la caribeña Villa Veneno de una estela de pasiones prohibidas, de las que nace un joven cuyo destino se verá irremediablemente marcado por la tragedia. En un pueblo donde el aire huele a orquídeas, las mentiras se retuercen como enredaderas y el amor crece en las espeinas de las rosas, un día la tentación y la culpa amenazan con cobrar su precio a sus habitantes.
Una historia arrolladora y sensual que envuelve al lector en un torbellino de pasiones y secretos, y que Ana Cabrera Vivanco narra con una magnífica voz propia tan audaz como subyugante.