Yak pertenece a una familia de esquimales que vive en Alaska. Un día de invierno, él y su abuelo van de pesca mar adentro, sobre la nieve, en un trineo. Mientras están pescando, el abuelo le explica las diferentes formas de pescar y la importancia de respetar los ciclos biológicos. De repente, escuchan un sonido poco habitual. El abuelo descubre que hay un grupo de ballenas atrapadas en el hielo cerca de allí. Así que no pueden iniciar el camino hacia tierras más cálidas. Yak corre a avisar a su padre para que acuda a ayudarlas. El rescate lo organiza un ecologista especializado en la conservación de la fauna del Polo Norte, con la ayuda de un periodista que se encarga de sensibilizar a la opinión pública, a través de la televisión. En el salvamento, también interviene el ejército de Estados Unidos y un rompehielos ruso, que se encuentra cerca de la zona. Finalmente consiguen liberar a las ballenas; estas dejan el mar helado y se dirigen hacia las costas de California. Yak se siente muy feliz porque han podido ayudarlas a escapar de una muerte segura.