Éste es mi sueño se apresuró a decir Amparo, y en mi sueño yo decido quién es visible y quién es invisible. Los dos seréis visibles. Jo y Quim. Quim y Jo. Porque este es mi sueño y en mi sueño mando yo.
Ahora me lo explicaba todo: me había dejado engatusar por los enredos de una mujer. Cuentan que por las noches es cuando son más peligrosas. E incluso en sueños son capaces de causar los mayores estragos a un hombre desprevenido. Ese hombre era yo, y no estaba solo. Tenía un amigo. Este amigo se llamaba Quim, y a veces era invisible y otras veces no lo era.