«Llevado por mi ardiente deseo de evadirme de la novela costumbrista, realista mágica o didáctica-social, con su aristotélica construcción en tres actos, comienzo-nudo-desenlace, cuajada de lluvias de flores, chamanes drogados, patriarcas con olor a queso de cabra, amores entre vejetes, putas santas, jergas indígenas, muertos que no saben que han muerto..., me dije: voy a presentar un héroe con el que el lector de ninguna manera pueda identificarse. No será uno sino tres. ¿Por qué no? Los teólogos nos han dividido a Dios en tres, Padre-Hijo-Espíritu Santo; tres ciegas con un solo ojo, órgano común que se lo pasan de cuenca a cuenca, son las Gorgonas; el hombre cabalístico consta de tres partes: Guff (el cuerpo), Nephesh (el alma) y Neshamah (el espíritu)... Peor aún: a los integrantes de mi heroico trío no se les verá el cuerpo ni la cara, porque irán cubiertos de ropa de pies a cabeza; habrán perdido la memoria; cada persona los captará de forma diferente. ¿Son estudiantes, ángeles, asesinos, viejos, niños? ¿Buscan o son buscados? ¿Sabenque saben o no saben que no saben?» ALEJANDRO JODOROWSKY