Un hombre intenta descifrar los acontecimientos que marcaron su infancia, su intrincada historia familiar y los secretos que todos callan. Para lograrlo, requerirá una buena dosis de imaginación...
El amor y el odio están tan cerca que cuesta distinguirlos. Una novela psicológica, urbana y de posguerra.
Larga noche hacia mi madre obtuvo en 2013 el Premio Centroamericano de Novela "Mario Monteforte Toledo", en Guatemala.
Su autor, Carlos Cortés, fue escogido para el proyecto "Los 25 secretos literarios mejor guardados de América Latina" por la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2011.
Un hombre llega a la edad madura sin poder aún descifrar ni comprender los complejos acontecimientos que marcaron su infancia. Al repasar aquellos años, intenta reconstruir los secretos de una historia familiar intrincada y dolorosa, a partir de fragmentos sueltos, algunos datos y hechos aislados, así como por una buena dosis de imaginación para enlazar los eslabones perdidos.
El padre, muerto antes del nacimiento del hijo. La madre, enferma tanto física como mentalmente. Un hermano que era entonces y continuaría siendo luego, un desconocido. Los tíos y tías, que cumplen tanto el papel de héroes como de villanos. Una casa que se deteriora y desaparece sin que se borren los recuerdos, dulces y amargos, de los años vividos en ella. Objetos simples y cotidianos que adquieren valor de tesoro precioso o de lastre pesado y molesto.
Entre lo vivido y lo imaginado, entre los hechos y las suposiciones, entre lo que se logró averiguar y lo que nunca se supo, brotan, crecen y se enfrentan sentimientos opuestos. El agradecimiento y el resentimiento nacen, crecen y se alimentan de los mismos recuerdos constantemente repasados.
La crítica ha opinado:
"No es posible leer este libro sin ceder a las lágrimas. Hay un trasfondo de melancolía presto a aflorar en cualquier momento."
La Nación
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