Brantz se inspira directamente en su día a día y tiene el talento de hallar el humor donde otros no ven más que rutina o incomodidad. Sus personajes dan consejos sobre manicura, luchan contra los snacks, o nos cuentan vergonzosas técnicas de seducción.
Viñetas ligeras y divertidas sobre las experiencias y las luchas que muchas mujeres viven cada día.