Durante el viaje a Escocia, se topó con el poderoso Cailean Mackenzie, señor de Arrandale y famoso contrabandista, de quien se quedó prendada. Cailean no quería saber nada de las inglesas, pero la sensual belleza y el carácter coqueto y descarado de Daisy despertaron su interés.
Cuando Robert Spivey se presentó en su propiedad, Cailean supo que una mujer tan apasionada como lady Chatwick no se podía casar con un hombre como aquel. Pero, si quería impedir su matrimonio y conquistar el corazón de Daisy, tendría que jugarse la vida.