Añadimos a todo esto un perro callejero recién salido de la cárcel, a un viejo alcohólico tuerto aficionado a los toros, a dos camareros frikis y violentos, a tres skaters vírgenes adolescentes, a Vlad y sus chicos, a una marquesa binguera, un gato venido del infierno, unos diamantes que dan un buen dividendo y una difícil elección: ¿dedo o grapadora?
Ah, y por supuesto, esos malditos conejos.
Y ya comprobará cómo en menos de veinticuatro horas, del amanecer a la madrugada y de la tarde a la noche, cada uno de ellos (y muchos más) se cruzarán y chocarán hacia delante y hacia atrás en la ciudad de Valencia, guiados por la avaricia, el deseo y la estupidez con destino a un final incierto ...
Y es que, como dice la canción, la vida te encontrará donde quiera que estés.
Lo que no dice es que, encima, te matará.