Fernando de Szyszlo (Lima, 1925) es la figura más relevante del arte peruano desde que en los años cincuenta hizo la primera exposición de arte abstracto de su país. Pero el carácter independiente que lo caracteriza ha hecho de él, a su vez, un protagonista de la historia del arte latinoamericano y un intelectual comprometido con la defensa de sus ideas.
En estas páginas, escritas desde una memoria lúcida, aparecen anécdotas de artistas reconocidos, políticos como los Kennedy y los presidentes que ha tenido el Perú, su amistad con Mario Vargas Llosa o su matrimonio con la poeta Blanca Varela. En tono íntimo, habla también de sus ambiciones, fracasos, penas y amores. Son estas unas memorias llenas de vida, el autorretrato de un triunfador contra todo pronóstico, las palabras de un hombre libre.
«Soy pintor. Esas dos simples palabras han dado sentido a mi existencia. ¿Es eso lo que quiero contar? Tal vez sí, pero no se trata solamente de mi vida. Sobre todo quiero dejar constancia de toda una época de gran transformación del arte y la cultura en el Perú que me tocó vivir y en la que he tenido la fortuna de participar. ¿Se explica la vida de una persona de forma aislada? Pienso que no. Yo soy más yo gracias a mis amigos y las personas que he amado, también con las que he discrepado, las que he perdido y hasta algunas que no llegué a conocer, como los artistas y escritores que he admirado y han dejado huella en mí. Esa es la historia que quiero contar, ese es el sentido de estas palabras.»
Sobre el autor:
«Solo se puede guardar silencio y escuchar cuando Fernando de Szyszlo habla. Escuchar sus historias con sus grandes amigos, sus fantasmas, como los llama: Arguedas, Eielson, Sologuren, Westphalen, Salazar Bondy. Cada uno tan grande como el otro. Escuchar como defiende a su admirado Mario Vargas Llosa mientras su mirada azul se posa, revolotea, por los rincones de esa casa suya que más parece un templo. Escuchar y ver cómo aún lo quiebra hablar de Lorenzo, su hijo que murió a los 35 años en un accidente aéreo en 1996. Y referirse a ella, a la poetisa Blanca Varela, su primer amor, el que lo colmó en lo intelectual aunque quizá no en lo sentimental. Ahora sí, guardemos silencio».
Revista Somos
«Fernando de Szyszlo logró ubicar, quizás por primera vez, al Perú en un debate internacional. Llegó a encarnar el paradigma de un arte latinoamericano que podía pensarse en el marco modernista del discurso de un arte universal».
Natalia Majluf, directora del Museo de Arte de Lima