Efectivamente, cada capítulo se parece a un fragmento de un gigantesco, fascinante puzzle, cuya «osamenta» la constituye una casa parisina de la calle Simon-Crubellier: cada pieza del puzzle es un capítulo y lleva una in-dicación sobre sus inquilinos de hoy y de ayer, reconstruyendo los objetos, las acciones, los recuerdos, las sensaciones, la fantasmagoría. Siguien-do el orden sabiamente entretejido por Perec, asistimos a la formación de un microcosmos constituido por una serie de «novelas dentro de la novela», una prodigiosa concatenación de existencias, de vida vivida o simplemente soñada: una nueva «comedia humana», como la definió Calvino.
«Perec nos ofrece, en un solo libro, novelas exóticas, extravagantes, crímenes perfectos, fábulas eruditas, catálogos, atentados a las buenas costumbres, sombrías historias de magia negra, confidencias de corredores ciclistas...» (Catherine David, Le NouvelObservateur).
«Prodigiosamente entretenido en el sentido en que Lewis Carroll y Laurence Sterne son entretenidos» (Paul Auster).
«La monumental obra maestra de Georges Perec, este genio de la literatura universal (Rafael Conte).