Dos extraños se encuentran en un tren que viene de todas las estaciones y se dirige a varios sitios a la vez. Es el año 2024, y dos mil vagones forman la serpiente metálica de este enorme trasto. Y de un país a otro, Martín y Ángel, que al comienzo desviaban las miradas, se convierten en interlocutores, y saborean el vino de cada región que atraviesan. Y los alcoholes desatan las lenguas, y los relatos se enlazan en este viaje con destino inesperado, en este cuento oriental y ásperamente contemporáneo que atraviesa la Europa del futuro próximo, y también la del cercano pasado. Ambos son oriundos de España. Martín tuvo amores con una magrebí, y Angel se vio mezclado con un grupo extremista. El temor, el recuerdo dolorido y también la ilusión viajan a bordo. Y cuando en el finito infinito del tren las paralelas de sus vidas acaben por cruzarse, quizá nos desvelen cómo era la vida antes de marzo, de "aquel marzo". Manuel Gutiérrez Aragón, uno de los cineastas mayores de nuestro país, nos descubre en esta novela que también es un magnífico escritor.