Varias cuentas de correo electrónico, tu perfil en Facebook, páginas de Twitter e Instagram, tus fotos en Flickr ¿Y si alguien fuera capaz de recopilar toda la información que vas volcando en la red? ¿Y si ese alguien estuviera dispuesto a utilizarla para colarse en tu casa y convertirte en una víctima más de su locura o incluso a hacer de ti el culpable perfecto?
Cuando su primo Arthur es acusado de matar a una mujer, Lincoln Rhyme decide que ni el más inútil de los asesinos dejaría tantos rastros. Ayudado por la detective Amelia Sachs, el criminalista tetrapléjico se dispone a jugar una mortal partida de ajedrez contra un rival invisible, que además puede anticipar cada uno de sus movimientos.
En la octava novela de su más popular personaje, el autor aborda el mundo de pesadilla al que puede conducirnos internet. Tras leer esta novela nos lo pensaremos dos veces antes de volver a encender el ordenador.