Una vez que Internet y las redes sociales se han convertido en elementos indispensables de nuestra experiencia cotidiana, hasta el punto de que resulta difícil imaginar nuestra vida sin ellos, comienza a ser necesario realizar una ?arqueología? de estos espacios. El presente libro se hace cargo de esa necesidad y se aventura en la excavación de nuestro pasado reciente, centrándose en analizar el papel que tuvieron las redes sociales en la primera década de nuestro siglo a la hora de configurar nuestras identidades. Concretamente, se centra en el desarrollo de identidades que hasta la aparición de la red no tenían un lugar propiamente dicho en el espacio político: las identidades abyectas y monstruosas