Argumento de La Valencia en Blanco y Negro
La fotografía en blanco y negro es un documento de primer orden por lo que aporta. Llamada en su origen a instalarse en el familiar álbum de los recuerdos, cuando se muestra viajera, adquiere un significado diferente, repleto de contenido y con abundante información.
Y no sólo en lo urbanístico, ya de por si importante cuando nos recrea en el aspecto de viejas calles y plazas en ocasiones desaparecidas, o cuando en la añoranza fija nuestra atención ante entrañables edificios que han sido cercanos a nuestras vidas, al igual que en su cometido referenciando hábitos y costumbres, indumentarias al uso, y a su vez nos ilustra de gestos en su protagonistas ante la duda, ante el temor o por la satisfacción del instante ofrecido a la cámara.
También merece especial atención cuando en su brillo amortiguado por los años aparecen carros y tranvías, caballos y tartanas, oficios a pie de calle que nos recuerdan sus peculiares y sonoros reclamos.
Las imágenes en blanco y negro que ofrecen estás páginas ya en sus manos, con su pie de foto, quieren ser como un libro de petete que de forma sencilla y a la vez amena, tratan de acercarnos el pasado de la ciudad de Valencia, a su historiografía, a través de las imágenes, en ocasiones grabados, por la información que anidan.
Costumbres y tradiciones, fiestas, personas en suma, que en su quehacer diario ofrecieron sus aptitudes en beneficio de la sociedad.
La Valencia en blanco y negro de Julio Cob surge de la amistad compartida, de la biblioteca ilustrada, del álbum familiar, para ofrecer su contenido al lector y a su alcance.0