Cuestionando tal perspectiva, el estudio de Isabel Aguilar Umaña exhaustivo recorrido por las cumbres del pensamiento utópico demuestra que, tras casa meta que el ser humano ha conseguido, tras cada logro que ha dignificado su existencia, palpita incólume dicho pensamiento, auténtico motor o resorte que ha impulsado la marcha de la historia: del pedernal al más sofisticado ordenador.
En estos tiempos de descreimiento generalizado, un libro más que necesario para recordarnos que la utopía no es una entelequia relegada a los archivos de la erudición. Que ella equivale a la «construcción racional de un sueño»: cada piedra personal que se coloque en el edificio social es, de hecho, un paso hacia la transformación de la utopía en «topía»: lugar de realización posible que, aunado a millares de esfuerzos similares, suma y sigue en el inacabable camino de reafirmación de la especie humana.