Pesentamos aquí algunos de los textos que dan cuenta de la historia de los primeros tiempos de la Universidad de salamanca. allá por el primer cuarto del siglo Xiii, Lucas de tuy relata cómo el rey de León alfonso iX había fundado un estudio en la ciudad de salamanca, un estudio general que después tomó el nombre de universidad y que mantiene ese nombre desde entonces, lo que convierte a salamanca en la primera y más antigua de las instituciones de educación superior de la península ibérica. constituyen, pues, los documentos que se recogen en este volumen, la historia primera de la Universidad, la de sus primeros tiempos, la de los inciertos albores que precedieron a su consolidación definitiva. Después vendría la expansión de la Universidad en américa, pues no en vano cerca del ochenta por ciento de las universidades que creara la corona española en aquel continente fueron fundadas con los estatutos del estudio salmantino. La Universidad de salamanca se honra así con ser alma mater de las más antiguas universidades americanas, y ha mantenido sin interrupción sus lazos con esas universidades desde entonces. Y los ha acrecentado, respondiendo siempre a sus llamadas, como cuando fuera invitada hace cien años a ser madrina en la fundación de la Universidad nacional autónoma de México, probablemente la mayor de las universidades en nuestra lengua. este libro es un vehículo para comprender los orígenes de la Universidad y de los tiempos en que tuvo lugar, para percibir el aroma del medioevo, el ritmo y la cadencia del latín medieval y del castellano del español del momento, de su riqueza, de su fuerza evocadora, para conocer de la voluntad de un rey de León que quería estudios superiores en su reino, o de documentos de reyes, ya de castilla y de León, que consolidaron y ordenaron el estudio de salamanca y que protegieron a sus maestros y estudiantes. es también esta una buena ocasión para rendir tributo a nuestro fundador, alfonso iX de León, un rey que se nos muestra ahora como una figura ilustrada, adelantada a su tiempo, pues, además de haber fundado una gran universidad, instituyó cortes en su reino, unas cortes en las que por primera vez tenían voz sectores del pueblo y no solo de la nobleza. Fue alfonso iX de León un rey que impulsó el primer sistema parlamentario de europa de europa, sí y la primera de las universidades españolas. Medidas con los patrones actuales, ni aquellas cortes ni aquella Universidad resistirían ninguna comparación, pero vistas en el contexto del siglo Xiii fueron dos grandes instituciones, luces de su tiempo. Las cortes sufrieron en nuestro país muchos avatares, con largos periodos en que estuvimos bajo la sombra ominosa de regímenes que no tenían ningún sistema parlamentario digno de tal nombre. Por el contrario, la Universidad de salamanca ha sabido superar momentos de grandes incertidumbres que la llevaron casi a su desaparición y ha pervivido, desde aquel lejano 1218 en que datamos su fundación, hasta nuestros días; muestra ahora al mundo una pujante realidad basada en su historia y que se proyecta con fuerza hacia el futuro. Los maestros del estudio que describiera en 1254 la cédula de alfonso X el sabio un maestro de leyes, otro de decretos, dos de decretales, dos de lógica, dos de gramática, dos de física o medicina, uno de órgano, un apotecario, un estacionario o bibliotecario y dos conservadores del estudio, lo son ahora no solo de leyes, o de gramática (y filología) o de medicina y apotecarios (y de todas las materias relacionadas con las ciencias de la salud) o bibliotecarios (y también expertos en traducción e interpretación), sino científicos de ciencias básicas y experimentales, filósofos, historiadores y geógrafos, psicólogos, especialistas en educación y pedagogía o en ciencias sociales, economistas, artistas plásticos, informáticos o ingenieros. El libro que tienes, lector, entre las manos, es un importante hito en el camino de celebración del octavo centenario de la Universidad de salamanca. Pasa expectante la página y cae sin más dilación en su lectura, en un viaje apasionante a los primeros pasos del estudio; comprenderás así el orgullo de los universitarios salmantinos y el porqué de su compromiso con el futuro.