Argumento de La Unión Europea ante los Retos de la Democratización en Cuba
Desde que el 2 de diciembre de 1996, la Unión Europea adoptara su Posición Común sobre Cuba, los contactos diplomáticos entre ambas partes se han visto condicionados, no sólo por la evolución interna del país caribeño, sino también, y sobre todo, por la diversidad de factores políticos, económicos, históricos y culturales, que determinan las estrategias concretas de cada Estado de la Unión, en sus relaciones con el régimen de La Habana. La excarcelación de presos políticos iniciada por el Gobierno de Raúl Castro en julio de 2010, ha abierto un profundo debate en Europa sobre la conveniencia o no de derogar la Posición de 1996. Para algunos gobiernos comunitarios es necesario priorizar el tema de los Derechos Humanos en las relaciones con la isla, otros, por el contrario, prefieren mantener abiertas las vías de diálogo con el Gobierno cubano, a fin de contribuir a la adopción de las oportunas reformas que puedan facilitar, en el futuro, la tan ansiada transición hacia la democracia. Mientras, en Cuba, el presidente Raúl Castro parece dispuesto a poner en marcha las reformas estructurales anunciadas en 2007, cuando aún ocupaba la presidencia interina, y que a día de hoy son necesarias para evitar el colapso económico del país, que vive inmerso en una profunda crisis0