Un país perdido del África Central pasa a ser el interés de todas las
superpotencias, que dirigen hacia allí las misiones más delirantes a fin
de quedarse con el último y casual descubrimiento: un círculo de 7
kilómetros de diámetro y un espesor incalculable de oro. Una parodia del
género de aventuras y espionaje con un humor desopilante e irreverente.
Zumbabwe Ambaata es el rey de K-zandar, un minúsculo país perdido del
África Central que carece de todo interés para el resto del planeta.
Hasta que un día, tras unas excavaciones, descubren que toda su
superficie es de oro. De allí en adelante el mundo entero tiene un solo
objetivo: quedarse con ese círculo de 12.325 km2 y de un espesor
incalculable del mineral más preciado.
De los feroces guerreros k-zandarenses (o k-zandareños) #cuyo riguroso
entrenamiento incluye técnicas exclusivas como remar en forma
sincronizada sin tener mar# a la perfecta y cruel espía rusa Sergya
Valenka Serkainakof #que tiene los mismos sentimientos que un cuarto
kilo de tofu#, el lector conocerá los más absurdos personajes. Entre
ellos, están el agente francés Daniel Genois, que es rescatado en la
sabana africana por uno de sus antiguos patrones del circo: un
chimpancé, y el mayor Reginald James Starker, que en una ocasión llegó a
encerrarse a sí mismo en una celda y destrozarse los huesos de la mano
como castigo por sus métodos nada reglamentarios.
La última tentación del rey Zumbabwe Ambaata es una verdadera obra
maestra, con todos los ingredientes de un best-seller. Para quienes
quieran sumergirse en una novela de aventuras con conspiraciones
globales, que tiene como protagonista a un pueblo salvaje, fanático de
sus tradiciones, con mensaje ambientalista, asesinos profesionales,
dioses y bestias incontrolables, esta es la trama perfecta.
Eduardo de la Puente sabe narrar como pocos, con la destreza necesaria
para escribir la más exquisita novela de espionaje solo para que el
lector se ría a carcajadas.