Al comienzo de la Cuaresma de 2004, el Miércoles de Ceniza, la película de Mel Gibson La pasión de Cristo convirtió la muerte de Jesús en una «gran noticia» en todo el mundo. Portadas de revistas, programas de televisión en horario de máxima audiencia y grandes reportajes en periódicos del mundo entero tuvieron a esa obra cinematográfica como protagonista. Es digno de observar que casi dos mil años después de que sucediera, la muerte de Jesús se convirtió, una vez más, en noticia de primera página. Como dijo Flannery OConnor hace treinta años: vivimos en una «cultura obsesionada con Cristo».