El salón de los espejos, un piano, Chopin tocando y frente a él un espejo veneciano.Lily es una atea del amor, pero no porque crea que el amor no es posible, es que no es para ella. Conoció el sentimiento en el pasado, hace siglos, pero los desencuentros le han demostrado que no es un sentimiento del que ella pueda disfrutar. Se equivoca. El destino le tiene preparado un inolvidable reencuentro lleno de aventuras con el hombre de su vida, Milos, y la chispa de la pasión vuelve a prender, vital como hacían el amor en el bosque que rodeaba el palacio de la condesa de Arasal.