Darryl Ponicsán nunca imaginó que su primera novela, "El último deber" hoy un título de culto, tendría continuidad. Sin embargo, con la invasión de Irak, los mismos elementos que inspiraron el original la injusticia, una guerra sin sentido, hombres de honor atrapados en posiciones insostenibles lo llevaron a revisitar a Billy Bad-Ass, Mule y el desventurado Meadows, para ver cómo les iba a sus personajes en la vida estadounidense posterior al 11 de septiembre. El resultado es "La última bandera", una historia tan dura y tierna, tan triste y divertida como "El último deber". Lo que sigue es un recorrido como el que realizaron 34 años atrás: un viaje desde Norfolk a Portsmouth, en una misión tan desgarradora y emocionante como la primera.
«Un retrato veraz y conmovedor de los anhelos y temores de la América contemporánea». RICHARD ADAMS
«Darryl ha capturado la complejidad de la camaradería masculina con tanta brillantez como lo hizo en "El último deber"». BRYAN CRANSTON