Sacro Imperio, 1510. La iglesia de 'S-Hertogenbosch, en el ducado de Brabante, es escenario de una matanza que conmociona y atemoriza a la población. Los cuerpos, inertes, yacen amontonados en una disposición que parece reproducir dos dibujos de El Bosco, que se convierte en el principal sospechoso. La investigación, que mantendrá en vilo a la Europa renacentista, se encomienda a Leonardo da Vinci. Y a través de ella afloran la corrupción, la envidia, la pasión más desatada... y la muerte, con su cara más atroz.