RESUMEN O ESQUEMA DEL ARTÍCULO: Los orígenes de la tragedia griega no son nada claros. Sus raíces están en los antiguos festivales agrarios, presentes ya en el segundo milenio a. C., de donde procede el uso de la máscara, pero su constitución como género literario, que bebe en las fuentes de la poesía homérica, debió originarse a partir del ditirambo o del culto a héroes locales. La tragedia griega se enmarca siempre dentro de un ritual religioso: forma parte del culto oficial de Atenas a Dioniso, en cuyas festividades tienen lugar las representaciones. Este hecho, junto con otra concepción del sentido de lo trágico en los griegos, la separa de la tragedia moderna. El más importante y antiguo festival dramático de Atenas era las Grandes Dionisias, instaurado por Pisístrato en 535 a. C., en la que competían tres autores trágicos, cada uno con tres tragedias y un drama satírico. En la estructura de la tragedia griega, escrita en verso, se distinguen dos tipos de escenas: las dramáticas o dialogadas, que hacen avanzar la acción y la recitan los actores, y las corales, cantadas por el coro con acompañamiento musical, que van alternando. La tradición hace de Tespis el primer autor de tragedias, al ser el primero que introdujo un actor que hablaba al coro; se conocen otros tres trágicos anteriores a Esquilo: Quérilo, Frínico y Prátinas, de los que Frínico es el más importante, pues varias obras suyas inspiraron otras de Esquilo y de Eurípides.