El descubrimiento del mundo y sus conflictos, la memoria, la añoranza y la dificultad para establecer relaciones en la infancia y la adolescencia marcan los primeros años del joven caballero, preso en un mundo donde todo se rige por instintos primitivos y febriles, y en el que el amor, el odio, la violencia, la soledad, la crueldad y la nostalgia se alternan para ofrecer el retrato de un universo inquietante y misterioso y, al mismo tiempo, salvaje y pasional.