En mitad de la Revolucio?n, una aristo?crata hacendada termina al lado de las soldaderas de Villa. En ese submundo donde mujeres y hombres se desplazaban de un lugar a otro en deplorables condiciones, esta ?catrina? se convierte en la cirujana de la bola. La Tiznada, heredara? La piedad, propiedad que llego? a tener cinco millones de hecta?reas antes de la anexio?n de Texas a Estados Unidos. En e?sta encuentra su razo?n para vivir en el olor a muerte de la guerra.