Para Schneider y Sagan, precisamente ese impulso hacia el equilibrio absoluto del que habla la termodinámica se encuentra detrás de todos los fenómenos asociados con la vida, sus orígenes y su complejidad: la evolución de las especies, el sexo, la ecología e incluso la economía. La termodinámica de la vida tiene uno de sus puntos de arranque en las intuiciones que el físico Erwin Schrödinger expusiera en 1940 en su genial obra ¿Qué es la vida? (publicada por Tusquets Editores), y como ésta, marcará un punto de inflexión en la comprensión de nuestro origen y nuestro destino.