De cara al nuevo siglo (y al nuevo milenio), nos presentamos con un bagaje muy distinto al de aquellos que festejaron el comienzo del siglo XX, diferente incluso al de la generación anterior a la nuestra. Sin apenas darnos cuenta, hemos entrado en una Tercera Fase de la historia del conocimiento. Podemos decir que hubo una Primera, en la que imperó la escritura, y una Segunda, caracterizada por la imprenta.
En esta Tercera Fase dominada por la cultura audiovisual (radio, televisión e internet) se han hecho posibles hazañas que nunca hubiéramos podido imaginar, pero estamos perdiendo, quizá para siempre, formas de conocimiento centenarias. Éste es el lado oscuro de la revolución informática. Raffaele Simone ilustra algunas formas de aprender que no llevaremos con nosotros en el futuro, describiendo cómo se formaron y cómo están desapareciendo, y analiza las consecuencias de las transformaciones tecnológicas en nuestra identidad y tradición.
Reseñas:
«La Tercera Fase es una joya, una pequeña obra maestra donde brillan la elegancia y la honestidad.»
Alfonso Berardinelli, Corriere della Sera