En la segunda mitad del siglo XIX tuvo lugar en Argentina un proceso histórico que permitió la consolidación de un concepto de sociedad, el mantenimiento de la cohesión social y la aparición de una acción colectiva y de una implicación pública. Los autores de este libro sostienen esta teoría de la existencia de una cuestión social temprana en la ciudad de Buenos Aires, por lo que proponen un análisis de esta realidad social argentina y se preguntan por la invención de lo social y su conversión en problema. Para ello analizan distintos ámbitos como la beneficencia, paradigma de acción social comunal; la higiene y la salud, espacio de control de la pobreza que impulsó redes de interdependencia social claves; la educación, ámbito donde primero confluyeron el afán de control, un discurso de los derechos sociales y la presunción de la obligación pública; o cómo la crisis de 1890 afectó a los trabajadores y a las representaciones de las élites sobre ellos, reorientando la cuestión social hasta convertirla en cuestión obrera.