Sé que podré superar esta pérdida porque estoy trabajando en ello. Aquí, la palabra
superar significa convivir con la ausencia de mi hija.
Tras la muerte de un hijo, estamos obligados a realizar un esfuerzo de adecuación a la nueva situación. Es un trabajo mental que consiste en cambiarlo todo, en reubicarlo todo para poder seguir como antes, sólo que con unos criterios de valoración de las cosas completamente nuevos. Esos cambios de roles y hábitos afectan a todos los aspectos de nuestras relaciones: con la pareja, con los otros hijos si los hay, con los amigos y compañeros de trabajo, familiares