«Porque la vida es un ahora, y la muerte es un mañana, y un ahora es un instante interminable, y un mañana es una nada infinita» A Grigoriy se le hunden los pilares de su vida iniciándose un proceso de desmoronamiento racional que le lleva a atisbar nuevas formas de vida. Nada es real ni ensoñación, existiendo la única verdad en los latidos de su mermado corazón, que poco a poco consigue entonar su propia cadencia iniciando un maravilloso viaje.