Argumento de La Sociedad Presente como Materia Novelable
Galdós fue elegido miembro de la Real Academia Española con notable retraso, bastante después de que su producción literaria hubiera alcanzado las cotas de calidad y cantidad que hacían lógica la elección. Esta tuvo lugar en 1889, fue promovida, fundamentalmente, por quien más de siete años más tarde le daría la bienvenida en la corporación, su amigo Marcelino Menéndez Pelayo, y no estuvo exenta de dificultades, pues requirió dos intentos. El acto de ingreso se retrasó hasta el 7 de febrero de 1897, y fue una de las raras ocasiones en que la contestación del polígrafo santanderino, como queda dicho resultó más extensa que el discurso del recipiendario, aquí publicado con el título La sociedad presente como materia novelable. Otra circunstancia digna de recuerdo es que tan solo dos semanas más tarde, el domingo 21 de febrero del mismo año, Galdós pasó a ocupar el otro atril del salón de actos de la Academia, esta vez para recibir en ella a su gran amigo y también de Menéndez Pelayo José María de Pereda. El triángulo amistoso que, por encima de las diferencias ideológicas, tuvo sus vértices en esos tres nombres representa en la historia de nuestras letras un ejemplo admirable de espíritu tolerante, del que el lector hallará algunas muestras en los dos discursos que aquí se reeditan.0