La historia se desarrolla en un pueblo ficticio que el autor sitúa en la costa de la provincia de Almería. En una cala de Moyán, hay un islote de difícil acceso el cual posee su propia leyenda. Una mañana de verano, aparece sobre el islote el cuerpo de una joven. Al no poder hallar explicación sobre los hechos, ni de cómo llegó hasta allí, se inicia una investigación policial que es llevada a cabo por el inspector Hernández y su equipo. Es una novela que reúne numerosas situaciones; leyenda, intriga, investigaciones, amores, despechos, denuncias, creencias y misterios, con un final inesperado en el que, de una forma sorprendente, todo lo acontecido se enlaza.