Ésta es la historia de cómo uno de los mayores imperios de nuestra historia acabó de desmoronarse y con él el sueño
de Alejandro Magno y Julio César de unificar Europa, el Mediterráneo y Oriente Medio en una sola comunidad.
Durante el siglo VI, en el año 532 y en pleno centro del Imperio romano, el emperador Justiniano, en su palacio de
Constantinopla, trataba de recuperar la antigua gloria de una potencia que estaba moribunda. Pero todo se fue a pique por culpa de las guerras religiosas, la peste y las migraciones ilegales de personas que, paradójicamente, buscaban
defenderse de ese mismo imperio. Todo ello tiró por tierra el intento de Justianiano y el imperio se colapsó, para dejar
paso al auge del Islam.