Con el fin de construir un escenario posible de reconciliación, intenta desmontar la idea deicida de los judíos, en la que el cristianismo formó su identidad por diferencia con aquellos. Dice la autora: «Cuando los cristianos y los judíos recuperen al Jesús judío, será un gesto de la memoria colectiva que no se dirigirá al pasado, sino al futuro. Si desde ahora el recuerdo es éste, nuestro futuro será transformado junto con nuestro pasado».