En contra de lo que normalmente se ha creído, y de ahí sus continuas prohibiciones, La religiosa no es una crítica a los fundamentos del cristianismo, ni es un discurso literario que pretenda derribar toda una ideología. La finalidad principal de esta obra de Diderot es la de atacar los vicios que la clausura generaba en los monasterios franceses de su tiempo. La protagonista de la obra, Suzanne, es una joven a la que sus padres han obligado a ingresar en un convento. Su deseo de romper sus votos y el acoso moral y físico al que se ve sometida, le sirven a Diderot para dar testimonio del daño que el fanatismo y las coerciones de las instituciones religiosas, no la verdadera religión, causan en la naturaleza humana. Lamentablemente, la mala conciencia de las jerarquías eclesiásticas de distintas épocas hizo posible que durante mucho tiempo una novela tan hermosa, y pese al paso del tiempo de tanta actualidad, no tuviera vía libre.
Suzanne es una joven obligada a ingresar a un convento. Su deseo de romper sus votos y el acoso moral y físico al que se ve sometida, le sirve a Diderot para dar testimonio del daño que el fanatismo y las coerciones de las instituciones religiosas causan en la naturaleza humana.