Toda madre juega un papel fundamental en la vida de su hija, y por una buena razón: se trata de la primera referencia femenina que ésta tiene. Por ese motivo es necesario que las madres no proyecten en sus hijas sus propias insatisfacciones, impidiéndoles así que se realicen.
La relación madre-hija es ambivalente: este dúo vive a veces entre el amor y el odio, se trata de una relación marcada por numerosas emociones y resentimientos reprimidos. En este libro se intenta identificar a las «madres veneno», a aquellas que están demasiado presentes, o a las que apenas están, y se muestra cómo acabar con la culpabilidad de una hija que cree traicionar a su madre al expresar su propia identidad.
Finalmente, la autora examina la relación desde el punto de vista de una cadena de transmisión: ¿Cómo ser madre después de la propia madre? ¿Qué papel debe desempeñar la madre ahora convertida en abuela y cuál será la relación con sus nietos y su hija en una época en que las familias se rompen y vuelven a reestructurarse?
La relación madre e hija, debido a las paradojas que presenta, es todo un reto para vivir la vida de la mejor manera posible y que cada una de ellas encuentre su lugar adecuado. Un desafío que Yvonne Poncet plantea de forma brillante.