La trama de La región vacía nos transporta desde los campamentos de guerreros santos en Pakistán, hasta los pasillos de seguridad de la CIA y del FBI.
Se trata de un fascinante acertijo poblado de personajes históricos, entre ellos Osama bin Laden y George W. Bush, así como de funcionarios que conocen los entretelones de la tragedia.
Szichman nos conduce por los terminales donde los piratas aéreos de al-Qaida marchan a consumar su trágico ritual, nos hace viajar en los aviones, convertidos en misiles guiados, y vivir los 102 minutos en que las incendiadas torres del World Trade Center se convirtieron en el infierno en la tierra.
Aunque la violencia y la destrucción son el trasfondo de la novela, a través de ese episodio inaugural del siglo veintiuno, es el ciudadano común quien pasa al primer plano en la narración.
Marcada por el humor y la ironía, La región vacía es también una historia de amor, y un canto a la vida, encarnada en personajes difíciles de olvidar.