Argumento de La Reforma del Tribunal Constitucional
Este volumen recoge las ponencias y comunicaciones presentadas al V
Congreso de la Asociación de Constitucionalistas de España, celebrado en
Valencia los días 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2006. El tema del
Congreso fue La reforma del Tribunal Constitucional. No parece que exija
ninguna explicación el hecho de que los Constitucionalistas reflexionen sobre
el Tribunal Constitucional, pero hay dos datos que conviene tener presentes
para comprender mejor el marco de dicho Congreso. Por un lado, ya han
pasado más de veinticinco años desde que se creara y empezara a cumplir sus
funciones el Tribunal Constitucional. Después de ese tiempo, resulta bastante
pacífica la opinión de que esta institución ha sido, como no podía ser de otra
forma, una de las piezas claves del proceso de constitucionalización, y por tanto
de democratización, del sistema político español y de nuestro ordenamiento
jurídico. Por ello, es bastante razonable que los Constitucionalistas, a la vista
de esa experiencia de más de cinco lustros, se reúnan a reflexionar y discutir
sobre el trabajo del Tribunal Constitucional, sus aciertos, sus errores, sus
necesidades, etc... Junto a ello, hay otro dato relevante para comprender la
celebración de este Congreso. Meses antes de su celebración, se presentó ante
las Cortes Generales un proyecto de reforma de la Ley Orgánica 2/1979, del
Tribunal Constitucional1. Este proyecto, todavía en el momento de redactar
estas páginas pendiente de la decisión de sus Señorías (ya Ley Orgánica 6/2007
al ver la luz la publicación), contiene una voluntad de reforma que va mucho
más allá de las modificaciones hasta ahora realizadas, centradas en cuestiones
más o menos concretas relativas a las competencias (Leyes Orgánicas 8/1984,
4/1985 y 7/1999) o a cuestiones puntuales del funcionamiento de los procesos
constitucionales (Ley Orgánica 6/1988)2. En efecto, esta reforma pretende
modificar elementos esenciales de 3a jurisdicción constitucional y, en especial,
intenta ayudar a resolver el que, según la opinión generalizada, es el mayor de
sus problemas: la sobrecarga de trabajo.0Información no Disponible.