Excelente síntesis de un material ingente. La profusión de nombres y escuelas está claramente articulada en torno a los grandes temas aportados por el componente semítico de nuestra cultura, insistiendo en las dimensiones imaginativas, amorosas, estéticas e intuitivas de este pensamiento, así como en la profunda remodelación del legado griego llevado a cabo por musulmanes y judíos. Desde la puesta en entredicho del sentido reduccionista de «Europa» al magistral cuestionamiento de la periodización acostumbrada, como si la Edad Media fuera un lapso entre Grecia y la Modernidad, el estudio reivindica los factores de la alteridad y la mezcla de culturas para acceder a un sentido más rico y complejo de lo que significa, hoy, sentirse «europeo».