Con la idea de realizar un libro a partir de estas ilustraciones, el artista holandés busca a algún autor que pueda prologar el álbum. En París contacta con el escritor de origen belga, quien tras ver las ilustraciones y quedar fascinado por ellas, se compromete no a realizar un prólogo, sino un cuento.
El libro, se publicó en Bruselas con traducciones al holandés y al francés en una tirada muy limitada un día después del fallecimiento del autor. Sin embargo, los ejemplares nunca llegaron a distribuirse.
Se trata por tanto de una obra inédita, inaccesible hasta ahora y creada por uno de los más destacados escritores latinoamericanos del siglo XX y uno de los artistas plásticos más representativos del denominado neoexpresionismo y la Nouvelle Subjectivité, quien ya ha publicado ilustrado anteriormente para nuestra editorial Las flores del mal, de Charles Baudelaire (Libros del Zorro Rojo, 2008).