Con un miedo atroz y respirando con dificultad, Rowan corre campo a través intentando evitar lo que ya parece inevitable. Una criatura terrible, con la piel moteada de naranja, verde y gris, el lomo erizado de espinas y tres colas como látigos, acaba de batir sus alas en señal de amenaza y se dirige veloz hacia su hermana Annad. Los Zebak, eternos enemigos del pueblo de Rin, tienen una nueva prisionera...