El libro muestra una ruta clara de las aplicaciones del psicodrama: clínico (psicoterapia individual, de pareja, de familia, de grupos) y social (psicodrama comunitario, educacional e institucional). El psicodrama aplicado en la educación es visto y revisado por Gloria Reyes dentro de una concepción holística del ser humano, en la que el proceso de aprendizaje no se desvincula nunca de la visión moreniana de la creatividad.