Alemania es la temida, la admirada, la odiada, la perfecta, la rica, la envidiada, la amada. Su pasado es todavía una pesada carga para los alemanes a los que la historia hizo un maravilloso regalo la inolvidable noche de la caída del Muro, el 9 de noviembre de 1989. El camino que recorren desde entonces es su segunda oportunidad. Aun hoy, la Alemania unificada, nacida el 3 de octubre de 1990, sigue haciéndose a sí misma.
Pilar Requena, observadora privilegiada como periodista, conoce el país y a sus gentes desde su más tierna infancia. En La potencia reticente da voz a la sociedad alemana: desde el político al asistente social pasando por el jubilado, atiende al berlinés, al bávaro y al de Mödlareuth. Se mete en los salones del poder, en las fábricas, en los colegios, en los barrios de la inmigración y olfatea la calle para componer una crónica sobre la Alemania que hoy dirige Europa, pese a que los alemanes son reacios a ejercer el liderazgo. Pese a esa reticencia, Alemania ha completado un nuevo milagro, quizá el más sorprendente de su historia: ha superado un cuarto de siglo sin resquebrajarse, convertida en la primera potencia europea.